martes, 1 de diciembre de 2015

La Cueva de los tesoros

En una cueva había un tesoro, de gemas y rubíes, de esmeraldas y zafiros, de oro y de brillantes. Nadie era dueño del tesoro, no sabia nadie de la existencia de estas joyas, un día unos niños atravesaron la cueva y al descubrir las joyas, extasiados se quedaron mirando sus brillos, pero no dijeron nada y todos los días se les podía ver entrar en la cueva, al final de aquel año, los más pobres del lugar tuvieron regalos que no sabían de donde venían, pero se oían unas risas en el cuarto de los juguetes, así fue durante muchos inviernos y primaveras, cuando las joyas se multiplicaron por miles y miles, los niños pensaron en hacer un museo, también pensaron en donar las joyas a las altas instalaciones del país, pero sabios como eran, dijeron que lo mejor era seguir con los regalos, compraron columpios, cuerdas para saltar, almohadones de finas plumas, sillas de hablar, cojines de pensar, así todos fueron felices, dejaron que la magia invadiera las casas, los hogares de los mas necesitados y cuando nadie los veía la gente humilde daba las gracias en oraciones que se elevaban a los cielos del mundo